Educación para el bienestar

Qhali Kay, de origen quechua, significa «el buen vivir».

Educar en el bienestar. Este es el sentido de Qhali Kay, un espacio que nace para compartir una visión de la salud más integrativa, consciente y armónica con nuestro entorno.

Con el acompañamiento y el autoconocimiento como principios, Qhali Kay pretende poner la vida de las personas en el centro, facilitando herramientas de prevención y de autogestión del bienestar físico, mental y emocional.

El objetivo, abrirnos a una comprensión profunda del propio cuerpo y compartirla en favor de nuestra salud, de nuestra comunidad y de la tierra que habitamos.

Las raíces del proyecto

Barcelona como punto de encuentro y Sudamérica, en la mochila y como inspiración. Qhali Kay brota para recuperar los saberes ancestrales, ponerlos en valor y compartirlos en favor del bienestar de las personas y de la naturaleza.

Cuando Dennis y María, los creadores de este proyecto, nos encontramos y elegimos caminar juntos, unimos nuestros aprendizajes y sueños para dar lugar a un espacio consciente y comprometido con la salud. Un espacio de cuidado, educación, acompañamiento y crecimiento personal y comunitario.

Con la salud física, la salud emocional y la salud femenina como pilares fundamentales de Qhali Kay, facilitamos propuestas que incluyen las técnicas manuales, yoga, formaciones, círculos de mujeres y elaboración y venta de productos artesanos para nuestro bienestar.

Dennis. Salud física

De algún modo, soy las manos de Qhaly Kay. Vine desde Quito, Ecuador, hace poco más de seis años. Lo hice para cursar un Máster en Inteligencia Emocional y Coaching. Aunque, en el fondo, lo que venía a hacer era algo más grande.

Mientras me preparaba para venir, sentía que dejaba atrás una etapa de mi vida y que me aventuraba en otra con más conciencia y con ilusiones de nuevos aprendizajes. Rondaban miedos, como siempre que emprendes algo nuevo, pero a la vez tenía la certeza de que todo iría bien y la convicción que te da hacer lo que llevas dentro.

La experiencia de vivir en un lugar desconocido y empezar ciertas cosas desde cero, el volver a ser estudiante y descubrir un mundo distinto al que estaba acostumbrado, me han impulsado a crecer y buscar el origen de muchas otras cosas. En ese camino, he tenido que recurrir muchas veces a mis raíces para tomar fuerzas y continuar. Y recordando las enseñanzas de mi madre, me sentí motivado a profundizar en el mundo de las técnicas manuales.

Lo hice como un apoyo para mí mismo y también pensando en su utilidad para las personas. Así, me propuse seguir aprendiendo y mejorando mis habilidades. Volviendo al sueño de niño, cuando entre risas e ilusión decía que iba a ser quiropráctico, comenzó a tomar forma recordando mi filosofía de vida: abordar las cosas desde el origen.

Así empecé con quiromasaje y varias técnicas más hasta llegar a la Osteopatía. Mi pasión por el cuerpo, su capacidad propia para sanar y el poder curativo de la naturaleza me llevan por caminos donde siempre hay algo nuevo por aprender. Traigo conmigo mis experiencias y guardo en mi cabeza algunos remedios, información y hábitos que me han ayudado a cuidar mi salud y transformar mi historia.

Hace unos años, cuando me graduaba en Ingeniería de Administración de empresas, no hubiera creído que un día estaría en una playa haciendo masajes, que estudiaría Osteopatía y Quiropraxia y que viviría de esto. Dicen que todo lo que se aprende siempre es útil y me alegro de haber estudiado algo de números porque así puedo llevar la dimensión económica de nuestro proyecto.

Llevo conmigo la frase que mi abuelito solía decirme: «sin miedo, mijo». Y así voy, compartiendo mis experiencias y conocimiento con voluntad, perseverancia y dedicación. Desde la humildad y con la convicción de hacer algo que aporte a las personas por donde voy.

María. Salud femenina

Mujer. Emprendo este camino a punto de alcanzar los 30. Y lo hago con fe e ilusionada. Qhali Kay se ha ido gestando a fuego lento, como todas las cosas buenas que nos alimentan. Nació hace años, en la cabeza de Dennis, cuando todavía el camino no nos había acercado. Y en un largo y generoso viaje por Perú, despertó todo lo que yo podía ofrecer a este proyecto: artesanía, creatividad, energía femenina, tierra, ritual y corazón. Mucho corazón. Aunque, en el fondo, todo esto había estado asomando la cabeza en mí desde bien pequeña.

Estudié periodismo y educación social. El primero me ha ayudado a dar forma a los pensamientos, a sentirme cómoda cuando me comparto en público y a apalabrar todo lo que Dennis y yo llevamos soñando desde hace casi cinco años. La educación me ha abrazado el alma y ahora me resulta mucho más sencillo andar con sus puertas abiertas.

Cuando asistí por primera vez a un círculo de mujeres sentí que el mundo necesitaba inspirarse con algo tan sincero. Y lo integré. Cargué conmigo esa experiencia que Sudamérica me regaló y me nutrí de muchos otros círculos aquí, en mi entorno y en mi día a día. En realidad, hay círculos de mujeres en todos los rincones del planeta. Diversos y de todos los tamaños. Y me parece maravilloso.

Desde entonces, me he formado como facilitadora de círculos de mujeres y en salud femenina, ginecología natural y educación menstrual. Creo que el propio cuerpo es el primer terreno que el feminismo debe descolonizar. Para mí, es importante rescatar el poder sobre nuestro autocuidado y recuperar la sabiduría instintiva, cíclica y valiosa que nos acompaña. Y hacerlo grande, compartirlo con la fuerza de la comunidad para transformarnos y transformar un mundo que esté en sincronía con la vida.

¿Cómo podemos acompañarte?

Técnicas manuales

Más de diez terapias distintas para mejorar nuestro bienestar físico desde un acompañamiento integral.

Salud femenina

Círculos de mujeres, terapia menstrual y formaciones, al servicio de nuestra natulareza femenina.

Yoga

Acercamos la práctica desde el Hatha Yoga, Vinyasa Yoga, Ashtanga Yoga, Kundalini.

Más sobre el proyecto

«Un lugar que sólo entrar ya te da paz.»

«Uno de los mejores masajes que he recibido.»

«Dedicación, profesionalidad y cuidado.»